martes, 2 de septiembre de 2008

La fábrica de agujeros negros

La noticia impulsa un resorte de la memoria. Me hace pensar en los lugares peligrosos en los que he estado, en algunas situaciones de riesgo.

Cuando fui con mis primos a comprar una botella de ron en el barrio Las Malvinas de El Valle en esos días de febrero y marzo de 1989 para hacer más llevadero el encierro y el concierto nocturno de balazos.

La borrachera monumental y vergonzosa andando por Ciudad de México solo y extraviado en una noche que recuerdo a jirones.

Acercarme a Puente Llaguno en el momento crudo del plomo yendo y viniendo: de arriba para abajo y viceversa.

Andar con un sentenciado a muerte por un barrio caliente de San Cristóbal persiguiendo una historia de sicarios.

Tomarme unas cervezas al lado de un grupo de traquetos en un bar de Cali.

Viajar en autobuses desde el Nuevo Circo en temporada de vacaciones.

Cosas así. La mayoría hechas sin ninguna pretensión heroica: no cargo con esos genes en el cuerpo. La mayoría vistas a la distancia con un miedo residual, a destiempo.

Y la noticia me indica que todo eso no era nada: fue en Suiza, en realidad, donde estuve en el lugar más peligroso del mundo.

Tanta neutralidad, tanto queso derretido y ahora resulta que muy cerca de Ginebra, bajo la superficie, conocí parte de eso que –según algunos- podría acabar con la tierra en menos de lo que se calienta un fondue.

Y uno ahí, sin percatarse de nada, creyendo que los malos estaban en Irán, en Corea del Norte, en China, en la mansión Bush, en cualquier otra parte.

Dice la información publicada hoy 1 de septiembre que el Gran Acelerador de Hadrones (LHC, en inglés) que construyeron en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, en francés), allá en un lugar bucólico vecino de Ginebra –que, por cierto, inspiró un cuento de Julio Cortázar-, podría acabar con todo y borrarnos del Universo apenas lo pongan en marcha completa entre este mes y el que viene.

Un grupo de científicos y teóricos del caos (linda profesión esa: teórico del caos) denunciaron el proyecto ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos porque están convencidos de que el enorme acelerador de partículas que construyeron juntos un montón de países para, entre otras cosas, recrear lo que sucedió una milmillonésima de segundo después –o antes, ya no recuerdo la explicación- del Big Bang y para, entre otras cosas, encontrar la llamada “partícula de Dios” (bosón de Higgs), terminará más bien por producir el horror, el horror: agujeros negros que engullirán todo hasta dejar la nada… empezando por el queso suizo y la hermosa cumbre del Mont Blanc, hasta extinguir de una vez y para siempre a Madonna, a Osama donde quiera que se esconda, a la revolución latinoamericana y acabar con la expectativa de si, al fin, un moreno bien plantado llegaba o no a instalarse un rato a mandar desde la Casa Blanca.

Hasta una animación computarizada de cómo será la cosa está colgada en Youtube.

El arma de la destrucción absoluta estaba construyéndose ante las narices de todos, financiada por 34 naciones a un costo que pasa de largo de los 2 mil millones de euros y apenas ahora, cuando están a punto de echarla a andar y ponerla a colisionar protones es que los teóricos del caos intentan hacer algo al respecto.

Yo estuve ahí hace algunos años. Y como los expertos de la ONU que buscaron en Irak y en Irán, no pude ver nada peligroso en ese descomunal esfuerzo científico. Pero, claro, qué iba a estar viendo semejante ignorante.

Lo bueno, cree uno, es que los del CERN juran que podemos estar tranquilos, que lo que va a pasar en ese túnel de 27 metros de diámetro ya sucede o ha sucedido de forma natural en el Universo y aquí seguimos nosotros y allá arriba las estrellas.

Lo extraño, es ser testigos de una disputa de científicos acerca del inminente fin de todo. Científicos, no sectas religiosas.

Lo malo, es que no tendremos a quién hacerle el reclamo.

8 comentarios:

Boleados dijo...

bueno, tengo entendido que prenderan el asunto el 10 de septiembre, asi que a partir del miercoles que viene, sabremos que tal es ser engullido por un agujero negro...

Unknown dijo...

National Geographic ya había advertido del peligro del "apartico", pero segúnr ecuerdo ellos fijaban la puesta en marcha del acelerador de partículas para el año 2012...

gustavobandres dijo...

Preparence ciudadanos se acabo lo que se daba, a hecharce el ultimo trago, no se pueden quejar el show fue bueno y barato, jejejejejejeje. la cancion del final del mundo.

Unknown dijo...

Qué alivio!

Unknown dijo...

Juana manuela,muy estimada quesera, sus manos daban queso, queso de mano, en los lares de la quesera del medio, dijo alguna vez Juana Manuela, que lo mejor de los suizos eran los huecos del queso pero que lo mejor de ella era su agujero negro.
Definitivamente cuaja una conspiración entre Ginebra y Clarines quizas hasta en la quesera del medio.

oscar medina dijo...

El 10 hacen unas pruebas y después es que se van a dar con todo. Pero no se pongan a comprar cosas como locos y a meterse en deudas y a depravarse contando con que el mundo se va acabar, no sea cosa que la demanda prospere y suene la campana a última hora...

Unknown dijo...

Da miedito. Pero si uno se pone a pensar que el túnel lo construyeron en Europa y que si algo sale mal los primeros en desaparecer serán ese poco de suizos, franceses y alemanes, podemos estar seguros que estarán tomando todas las medidas necesarias en materia de seguridad. Temblando deberíamos estar si lo hubiesen construido en la Guayana Francesa o en alguna ex colonia...

prepressgo dijo...

parece que empezaron las pruebas, van a arrancar con vainas papitas, porsia, después iran increchendo hasta hacernos humo o antimateria total después nadie va a notar la diferencia