miércoles, 22 de octubre de 2008

Y que la lucha es de clases

Están ahí hablando mal del gobierno. Tanto que se puede decir.

De pronto se comenta sobre lo insoportable que es ir en temporada alta a Tucacas. También es mucho lo que se puede decir: el tráfico, la luz que se va, el gentío, los muchachitos ebrios picando en la camioneta de papi, los peñeros full, los cayos copados, la especulación, la escasez de empanadas…

Pero ella -muy joven, hila las frases de forma atropellada, como encadenándolas- agarra la cosa por otro lado: se ufana de su humilde cuna y aún más de la evolución que significa haber podido educarse en una universidad y siente que eso la coloca en otro lado, en uno más allá de esa gente chusma que se apretuja en las playas y que constituyen el verdadero problema. Esa gente sin educación que deja la basura en la arena, que afea el paisaje con su multitudinaria presencia, esos que ahora tienen un poco más de dinero y se lanzan a las costas de Falcón como una plaga de balurdería insoportable.

La otra –también joven, de apellido musiú pero de fenotipo combinado- se monta en lo mismo: es cierto, esa gente que no son como ella, ha desplazado de las playas de Tucaras a la gente que sí es como ella pero a la que ya no le provoca compartir espacio con los recién llegados.

Es la lucha de clases… pero por un pedazo de arena y mar. Y hasta por el derecho a su frasquito de rompe colchón.

Hoy llego al comedero habitual en la Urdaneta. El gordo que cocina me mira en la cola y dispara: “¡Universal! ¿Atún?”

Asiento moviendo la cabeza. Esa “transparencia gastronómica” me ahorrará unos minutos de espera.

Consigo mesa. En realidad son dos pegadas para cuatro comensales. Las separo un poco. El lugar está casi lleno. Y mientras leo en Tal Cual el relato de la manoseada que le dieron a Fernando Mires en el aeropuerto de Maiquetía, se acerca una señora:

-¿Están libres estos tres puestos?
-Sí, adelante.

La doña quiere los tres. Tendré compañía. Se sientan entonces dos cincuentonas del tipo de las que las muchachas no querrían tener tan cerca mientras se untan bronceador en Tucacas. Hablan de problemas laborales. De líos internos en alguna dependencia del Estado.

-Y les dije: ¿ustedes sí pueden tener fotos de Chávez por todos lados pero yo no puedo tener las mías? Están muy equivocados. Como dicen ustedes, Pdvsa es de todos, no solamente de ustedes que lo único que han hecho es destruir…


Luego hablan de un hospital. Dicen que alguien quiere perjudicar a algunos empleados. Pero: “menos mal que una sabe quiénes son los que de verdad trabajan ahí, no esa cuerda de chavistas que están por todos los hospitales y no trabajan ni nada”.

La miro bien: lleva una gorra de apoyo a Ledezma.

Es la lucha de clases, pero entre la misma clase.

1 comentario:

Cyn Rodríguez @CynMu dijo...

Coño, las últimas evidencias de la lucha de clases que me ha tocado presenciar me han dejado un poco desconsolada.
En el Plazas, de noche, tarde, Una señora "bien" (más bien "mal") quita el aviso de "caja cerrada" que acaba de poner la cajera, que está cansada y se quiere ir a su casa, y se hace la loca para que le cobren.
Un tipo al que le recomiendo ir a tomarse un jugo (un tipo más o menos decente) me dice que como él anda en moto no importa que se coma la flecha de la cuarta avenida de los Palos Grandes. Cuando le digo que eso no se debe hacer, me dispara: "ay, pero en qué país vivimos?". O sea, la culpa de que todo esté jodido es de otros, no de que él se coma la flecha.
Un par de señoras de esas que andan con un perrito blanco peluíto (aunque no tenían un perrito en ese momento, pero te juro que deb tenerlos en sus casas) se me colean en la Aída, "de la manera más vulgar y descarada". Cuando les digo que hagan su cola como todo el mundo, me dicen: "es que nosotras llegamos primero que tú" (claro que no habían llegado primero que yo, que hasta ticket tenía ya comprado). Cuando la muchacha se niega a despacharles porque no tienen ticket, forman un escándalo tal que la pobre mujer termina dándoles sus cachitos.
Somos todos esos dos muñequitos que salen en el paquete del gofio "la lucha", cada uno empujando al otro para poder pasar.
En fin... son tantas cosas....