miércoles, 22 de abril de 2009

William, el unificador

Ya lo tenía visto yo. Esa vez que me atraganté de quesadillas en Corozopando, ahí mismo, a la orilla de la carretera sentí el deja vu, el "coño, yo como que he estado aquí".

Durante unos pocos segundos pensé que era el efecto placentero de las quesadillas, alguna dopamina incluida en la composición química de la particular cremita interna que tienen esas bichas. Pero no. Es que de pronto lo tuve claro: ¡si Corozopando es igualito a Los Palos Grandes! ¡Si este lugar, exceptuando el mosquero, es clavado al café Arábica!

¿Qué cosas, no? Y vino William Lara a formularlo de otra manera: que hay que unir Guárico con Miranda. Todo un visionario el gobernador. Pese a las diferencias políticas que se puedan tener, hay que darle la razón: Miranda y Guárico son la misma vaina. Estados gemelos. Los Cástor y Pólux de nuestra mitología criolla.

La cola infernal para atravesar San Juan de Los Morros es la misma que forma el Mundo del Pollo en la avenida Blandín y se hermana con la tranca que arma la gente que insiste en ir a Miga's, un poco más allá y sin que aparezca nadie a poner orden.

Valle de la Pascua, que nadie lo dude, tiene los mismos problemas que Carrizales: esa cosa con la topografía. El clima en Camaguán, lo sabe todo el mundo, por apenas dos o tres grados no es el de San Antonio de Los Altos. Y Guayabal tiene tanta vida comercial y tantas calles estrechas como el casco central de Chacao. Y en la época de lluvias, se desbordan las quebradas igualito que los ríos en el llano.

No hay mucha vuelta que darle al asunto: si uno pudiera juntar todos los morros de San Juan, quedaría una montaña como el Avila. Empecemos ya a pensar en el nombre del nuevo estado, que el gobernador ya sabemos quién será.

2 comentarios:

gustavobandres dijo...

jajajajajajaja que grande eres mi pana, que bueno esto me cague de la risa con esta vaina, yo guariqueño, conosco todo lo que describes y esa comparacion es de hacer una placa en bronce y ponerla en la plaza bolivar de parmana a orillas del orinoco, para que alcalde de ese apartado pueblo guariqueño se una al desarrollo, que tripa. Migua o randarico como lo quieran llamar.Jejejejejejejejejeje

Unknown dijo...

Qué ganas de reir y llorar... Simultáneamente. Escuché en la radio una vez, de un profesor del IESA: En Venezuela nos podemos morir de la depresión, pero nunca del aburrimiento. Ojalá mi capacidad de sorpresa se acabe, porque siempre que creo que ya lo vi todo, pasa algo que me hace decir, otra vez: Esto es el colmo!!!